Parte 1
Poner en un tazón los 50 gramos de leche tibia, la levadura de cerveza, deshacer bien y agregarle los 100 gramos de harina formando una masa; alisarla, colocarla en un tazón, cubrirla con harina y dejarla en lugar templado hasta que “reviente”.

Parte 2 Agregar después el cuarto de taza de leche y la cucharada de harina, amasarla, colocar en un tazón y dejarla levar.

Poner en la mesa la harina, en el medio azúcar, la manteca, esencia de vainilla; unir estos ingredientes, agregar después los huevos enteros, la leche tibia, la levadura y la sal fina; amasar bastante todo junto; dejarla puntear, agregarle entonces más harina, hasta formar una masa más consistente, estirarla, cortar medallones, colocarlos en chapas bien cerca uno de otros, y dejarlos levar un poco. Pintar con agua, cubrir con azúcar negra y cocinar en horno caliente por 15 / 20 minutos. Retirar del horno y enfriar apenas, antes que se endurezca el azúcar, con una espátula levantar y pasar sobre una fuente o plato. Para que queden blanditas por un par de días (si es que se logra ese cometido) sugiero guardar en recipientes con tapa o envolver en papel aluminio.

Poner en la mesa en forma de corona la harina y sobre ella, el bicarbonato de sodio y el polvo de hornear, en el medio la manteca, la leche, un poquito de sal y la esencia de vainilla. Unir los ingredientes del medio, unir después con la harina y amasar hasta alisarla. Estirar con palote, dejándola del espesor de 1 cm, cortar medallones, acomodarlos sobre placa, pintarlas con agua, poner sobre cada tortita azúcar negro y cocinar en horno caliente unos 15/20 minutos. Retirar del horno y enfriar apenas, antes que se endurezca el azúcar, con una espátula levantar y pasar sobre una fuente o plato. Para que queden blanditas por un par de días (si es que se logra ese cometido) sugiero guardar en recipientes con tapa o envolver en papel aluminio.